Señora Presidenta:
Costa Rica otorga gran relevancia a este debate. Felicitamos a Estados Unidos por convocarlo y agradecemos las presentaciones del Vicesecretario General, Jan Eliasson, y de los cuatro periodistas invitados[1].
El Consejo de Seguridad puede beneficiarse mucho de la experiencia y conocimientos de profesionales como ellos, y de otros miembros de la sociedad civil. Instamos a que se consolide este tipo de interacción.
Señora Presidente:
Cuando los periodistas y otros profesionales de la comunicación trabajan en situaciones conflictivas, no solo enfrentan los riesgos colaterales que emanan de ellas. De manera creciente, padecen la agresión deliberada de sectores involucrados en los conflictos, sean regímenes despóticos, grupos sectarios, terroristas o delincuentes organizados. Esta agresión, con frecuencia, se extiende a sus fuentes informativas y a la integridad y privacidad de sus comunicaciones.
El propósito de la violencia dirigida contra los periodistas no es solo impedir el ejercicio de su derecho individual a la libertad de expresión, que comparten con todos los ciudadanos. Al golpearlos, secuestrarlos, torturarlos o asesinarlos, el principal objetivo que se busca es impedir que, gracias al trabajo periodístico, la sociedad pueda informarse de manera independiente sobre esos conflictos u otras realidades que se desea ocultar. Pero también los periodistas son agredidos como una forma de venganza ejemplarizante, para atemorizar a otros periodistas y a la población civil en general. Se trata de una perversa modalidad de represión, que es tanto reactiva como preventiva.
A más severos los conflictos, más necesario contar con voces externas capaces de informar sobre ellos con seriedad, rigor y adecuados estándares de ética y calidad. Esta es la vital tarea social de los periodistas y medios profesionales, sobre todo en situaciones que, por su naturaleza, amenazan la paz y la seguridad internacionales.
Por esto, la comunidad internacional debe protegerlos y llamar a cuentas a sus agresores. Por esto, el Consejo de Seguridad debe seguir involucrándose en la tarea. Pero la responsabilidad se extiende a todo el sistema de las Naciones Unidas y, en particular, a los Estados miembros.
Contamos, para actuar, con importantes herramientas de apoyo. Una de las más importantes es la promoción del respeto y cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario sobre la protección de civiles en conflictos armados internacionales o conflictos internos. Incluye la norma específica del Protocolo adicional I sobre medidas de protección de periodistas.[2] Las resoluciones de este Consejo sobre protección de civiles, en particular la 1738/2006 sobre protección de periodistas, y el párrafo 16 de la declaración de la presidencia 2/2013, añaden importantes lineamientos. Las disposiciones y resoluciones relativas a la protección del personal de asistencia humanitaria, por su parte, deberían ser parámetros que alcancen a los periodistas.
En el aspecto más operativo, son de particular importancia el Plan de Acción de la ONU para la protección de periodistas, su estrategia de implementación y su aplicación nacional. Destacamos el papel de la UNESCO en diseñar e impulsar estas iniciativas.
Además de lo anterior, la comunidad internacional debe empeñarse aún más en desarrollar capacidades nacionales para garantizar la rendición de cuentas por violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos; en mejorar los sectores de seguridad y justicia, y en apoyarse de manera consistente en la justicia internacional cuando su intervención sea necesaria. También debe existir un estímulo permanente a los esfuerzos de las organizaciones profesionales y otras instancias de la sociedad civil que promueven la protección de periodistas, sus fuentes y comunicaciones.
Señora Presidenta:
Costa Rica está comprometida con esta causa. En línea con tal compromiso, del 2 al 4 de mayo acogimos en nuestro país la celebración, por parte de la UNESCO, del Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la conferencia Hablar sin riesgo: por el ejercicio seguro de la libertad de expresión en todos los medios. El debate de hoy se inscribe en la misma dirección. Pero hay mucho más que hacer y debemos mantener nuestros esfuerzos por seguir avanzando.
Muchas gracias, señora Presidenta.
[1] Richard Engel, Kathleen Carrol, Mustafa Haji Abdinur y Ghaith Abdul-Ahad.
[2] Artículo 79 - Medidas de protección de periodistas. 1. Los periodistas que realicen misiones profesionales peligrosas en las zonas de conflicto armado serán considerados personas civiles en el sentido del párrafo 1 del artículo 50. 2. Serán protegidos como tales de conformidad con los Convenios y el presente Protocolo, a condición de que se abstengan de todo acto que afecte a su estatuto de persona civil y sin perjuicio del derecho que asiste a los corresponsales de guerra acreditados ante las fuerzas armadas a gozar del estatuto que les reconoce el artículo 4, A.4) del III Convenio. 3. Podrán obtener una tarjeta de identidad según el modelo del Anexo II del presente Protocolo. Esa tarjeta, que será expedida por el gobierno del Estado del que sean nacionales o en cuyo territorio residan, o en que se encuentre la agencia de prensa u órgano informativo que emplee sus servicios, acreditará la condición de periodista de su titular.