Señor Presidente, señores Delegados, Me uno a las felicitaciones expresadas por otras delegaciones por su nombramiento como Presidente de la Segunda Comisión. Tenga la seguridad que apoyaremos sus esfuerzos por alcanzar resultados positivos en este Período de Sesiones. Para comenzar, me permito señalar que mi país se suma a las declaraciones presentadas por los representantes de Argentina a nombre del G 77 y China y el que pronunciará el Representante de Chile a nombre del Grupo de Río. Además, mi Delegación reconoce y agradece a la Secretaría General la presentación de los informes que han preparado para los diversos temas de la Comisión; los tomaremos como material de consulta para definir nuestras posiciones. Señor Presidente, Iniciamos este nuevo Período de Sesiones enfrentando momentos difíciles. Situaciones críticas en temas de ambiente, pobreza, desastres naturales, fragilidad e incertidumbre en la economía mundial son algunos ejemplos de un mundo convulso que nos llama a tomar acciones prontas con una visión justa, solidaria y proactiva que permita a las Naciones Unidas ocupar el papel a que está llamada en la arquitectura del sistema internacional. Esta Comisión tiene como mandato integrar temas que a veces parecen conflictivos: ¿cómo reducir la pobreza, ofrecer oportunidades de empleo a los jóvenes, estimular a los micro, pequeños y medianos empresarios sin dañar más el ambiente y, más bien, contribuyendo a eliminar las causas de su deterioro y degradación? El Desarrollo Sostenible es la visión que permite integrar objetivos como los anteriores, aparentemente conflictivos entre sí. Necesitamos ser flexibles y creativos, para darle el contenido adecuado. Sr. Presidente, Al pasar a los temas más específicos, nos permitimos señalar que en materia económica y financiera, las circunstancias actuales demandan que esta Comisión debata, en un clima transparente, inclusivo y pragmático, cuál es la mejor manera de salir de la crisis actual y 2 de minimizar su impacto. Esto requiere, además de pragmatismo, creatividad, pero también apego a los mejores principios de política macroeconómica. Otro desafío de gran trascendencia es el de los desastres naturales. En Costa Rica y en la región mesoamericana se deben, entre otras causas, a la alta vulnerabilidad de los ecosistemas de montaña. Abogamos por fortalecer urgentemente las capacidades nacionales para prevenir y atender los desastres que son producto de los eventos hidrometeorológicos extremos en las zonas montañosas. Debemos insistir en la pertinencia de redoblar esfuerzos para establecer y mejorar los sistemas de monitoreo y alerta temprana en estos ecosistemas. La tragedia que vive hoy el Cuerno de África es un doloroso recordatorio de que la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía son una realidad que afecta y mata a millones de personas. También nos recuerda la importancia de la gobernabilidad y las buenas políticas públicas para evitar o aminorar el impacto de esos procesos climáticos. La peor sequía que sufre esa región en los últimos 60 años nos obliga a tomar acciones para evitar que la desertificación siga acelerando la pérdida de la fertilidad y la productividad de los suelos con consecuencias gravísimas en el aumento de la pobreza y en el deterioro de la calidad de vida de las poblaciones que sufren este flagelo. Costa Rica apoya decididamente la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía y llama a su pronta ratificación. Es indispensable una movilización sustantiva de recursos con el fin de garantizar la seguridad alimentaria mediante el manejo sostenible de la tierra y el combate de la pobreza. En este aspecto, el desarrollo de indicadores de desertificación y degradación de la tierra que sean de fácil y efectiva aplicación por parte de los países, es una tarea indispensable que no puede esperar más. También llamamos a fortalecer el Comité de Ciencia y Tecnología, instando a que se acerquen posiciones para encontrar rutas efectivas de generación y transferencia tecnológicas en función de necesidades reales de las mayorías en el mundo. Señor Presidente, Este año, el tema de la energía volverá a destacar en las discusiones de la Comisión. Sin duda, la energía es un factor fundamental para el desarrollo económico y social de cualquier país. Nuestro país ha alcanzado, mediante un esfuerzo de décadas y con mucho sacrificio, un modelo eléctrico en donde más del 85% de la electricidad es generada mediante tecnologías limpias y una pequeña parte con hidrocarburos. Al igual que muchos países, Costa Rica se encuentra ante dos grandes retos en materia energética: transitar de la era del petróleo hacia una de energías limpias y renovables. Gracias a un sano crecimiento de la economía, y a la mejora de la calidad de vida de la mayor parte de nuestra población, Costa Rica requiere generar en los próximos 10 años, el equivalente a toda la capacidad construida en los últimos 60 años. ¡Esto es un enorme reto! Por ello, el Gobierno ha tomado la decisión de impulsar una política energética basada en los principios de universalidad, solidaridad, participación pública y privada, eficiencia, 3 innovación, y viabilidad ambiental, social y económica. Nos esforzamos por producir energía limpia en forma sostenible y amigable con el ambiente y la salud humana. Confiamos que llegará el día en que nuestro país podrá decir que es totalmente independiente del petróleo para mover su producción nacional y así seguir contribuyendo con la salud del planeta. Cumplir con este reto, requiere la participación comprometida de toda la población; es un desafío que trasciende intereses particulares. Señor Presidente, Hace un año, desde esta tribuna, mi Delegación hizo un llamado vehemente para que el manejo y uso sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad fueran pilares fundamentales en el quehacer diario de esta organización, especialmente de cara a las importantes Cumbres que se avecinaban. La COP 16 sobre Cambio Climático, celebrada en Cancún en diciembre pasado, mostró que es posible lograr acuerdos cuando hay convicción y compromiso. Felicitamos a México por su liderazgo en ello. La próxima COP 17, a celebrarse en Durban, deberá confirmar este éxito y avanzar aún más. Respecto a la Cumbre de Río+20, los avances han sido muy modestos y aún estamos lejos de responder adecuadamente a las expectativas. Costa Rica sigue comprometida con el proceso y con transformar esta oportunidad en una realidad para establecer acciones claras en favor de un manejo de los recursos naturales acorde a la esencia del Desarrollo Sostenible tanto en lo económico como en lo social y ambiental. Como Humanidad, debemos ser capaces de avanzar en los objetivos y compromisos adoptados hace 20 años, para poder erradicar la pobreza y de construir mejores sociedades. Señor Presidente, Esta Comisión está llamada a guiar a este organismo para cumplir con sus objetivos en materia de ambiente y desarrollo. Esta es nuestra obligación para con nuestros pueblos. La comunidad internacional aquí reunida tiene la responsabilidad de trabajar en pro de Resoluciones prácticas y eficaces, dirigidas a la acción, que no se queden solamente en buenas intenciones; debemos sentar las bases de un verdadero desarrollo sostenible, inclusivo y equitativo que asegure a las futuras generaciones un bienestar común y mejor para todos. Muchas gracias