Señor Presidente,
Costa Rica desea tomar la palabra para reitera su apoyo decidido al mandato de ONU-Mujeres, y reconocer el fortalecimiento de su capacidad y su experiencia en el cumplimiento de su mandato, así como el liderazgo de la entidad al proporcionar una voz firme para las mujeres y las niñas a todos los niveles.
En este momento en que debatimos la agenda para el desarrollo después del 2015 y el estudio y evaluación de la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, con ocasión de su vigésimo aniversario, el trabajo de la entidad y su liderazgo, dentro y fuera del Sistema de Naciones Unidas, se hace aún más relevante.
Nuestro país, como muchos otros, ha llamado al establecimiento de una meta independiente, transformadora e integral, en materia de igualdad de género, derechos de la mujer y el empoderamiento de las mujeres, en conjunto con la integración de la perspectiva de género en todas las demás metas, objetivos e indicadores. Esta meta independiente debe abordar todas las áreas críticas interés, así como los objetivos estratégicos y acciones de la Declaración de Beijing y su Plataforma de Acción, particularmente aquellas encaminadas a garantizar una vida libre de violencia y discriminación, garantizar el acceso y la distribución de los recursos y garantizar la igualdad de género en la toma de decisiones.
Mi delegación considera, además, que reconocer la centralidad de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el debate sobre el desarrollo debe implicar considerar tanto la dimensión productiva como reproductiva, y la transformación de la división del trabajo. Las desigualdades en el campo de la reproducción han generado una carga desproporcionada en las mujeres, que perpetúan el círculo de la pobreza, la marginación y la desigualdad. Por este motivo, propusimos una meta específica para mejorar el acceso a los servicios de cuidado en las discusiones del grupo de trabajo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Agradecemos el trabajo que ha venido realizando ONU Mujeres en relación con el trabajo doméstico y los cuidados no remunerados, en particular sobre sus vínculos con la extrema pobreza, e invitamos a profundizar en la importancia del reconocimiento de las labores de cuido como una función social. Otra área del combate a la pobreza y la promoción del desarrollo en que el apoyo de ONU mujeres podría ser de vital importancia, en particular en nuestra región, es en el tema de los embarazos tempranos o adolescentes.
Las madres adolescentes tienden a dejar de asistir a la escuela con mayor frecuencia que las que no tienen hijos, y por ende, generan una desventaja económica para ellas mismas. Esto se suma al hecho de que la mayor parte de los embarazos adolescentes provienen de los sectores más pobres de la sociedad. Al no poder alcanzar mejor educación, tampoco pueden obtener mejores trabajos, lo cual también resulta en la perpetuación del ciclo de pobreza. Como ha dicho la CEPAL, “la maternidad adolescente tiene fuertes vínculos con un círculo intergeneracional de la pobreza.”
En concordancia con esa visión, Costa Rica también ha propuesto una meta de reducción de los embarazos tempranos mediante el establecimiento de políticas específicas, incluyendo programas comprensivos de educación para la sexualidad.
Señor Presidente,
Los factores de vulnerabilidad, particularmente en el área de la equidad de género y los derechos de las mujeres, no solo surgen de limitaciones económicas, sino, también, de factores culturales, sociales y hasta familiares. Por este motivo, estamos convencidos de la relevancia de la presencia de ONU Mujeres a nivel global.
Con este convencimiento, tengo el honor de anunciar, en nombre del Gobierno de Costa Rica y el Instituto Nacional de la Mujeres, una contribución de 10 mil dólares para el período 2014, que, junto con los aportes de otros países, esperamos ayuden a aumentar la previsibilidad y sostenibilidad de la financiación de ONU- Mujeres.
Muchas gracias