United Nations Welcome to the United Nations. It's your world.

Debate Abierto del Consejo de Seguridad: Amenazas a la paz y la seguridad por motivo de actos terroristas - Contrarrestando las narrativas e ideologías del terrorismo

Miércoles, 11 Mayo 2016
Presenter: 
Juan Carlos Mendoza García, Embajador Representante Permanente
Ubicación: 
Nueva York

Gracias señor Presidente

Costa Rica agradece a la delegación de Egipto por la oportuna organización de este debate.

Hemos sido testigos de una evolución dramática en la naturaleza de la amenaza terrorista. En los últimos meses, ataques perpetrados en casi todos los continentes han asesinado, mutilado y desplazado a decenas de miles de civiles. Nuestro mensaje de solidaridad a los gobiernos y pueblos de Egipto e Irak por los recientes ataques sufridos.

El terrorismo constituye, más que nunca, una seria amenaza tanto para los Estados en sí mismos, como para la comunidad internacional como un todo. El flujo de combatientes terroristas extranjeros -más de 30,000 individuos,  provenientes de alrededor de 100 Estados Miembros de la ONU, según informe de las Naciones Unidas-, ha complicado aún más el abordaje de esta amenaza.

Los grupos terroristas como Daesh y Al-Nusrah, promueven el reclutamiento de jóvenes mediante campañas mediáticas con una narrativa que presenta a Occidente como enemigo del Islam, el cual necesita de reclutas dispuestos a defenderlo.

Solamente en los años 2014 y 2015, Daesh desarrolló más de mil campañas mediáticas con fines de reclutamiento. Las mismas fueron traducidas a los idiomas ruso, inglés, francés y alemán. La mayoría se trató de videos que muestran a los terroristas en  batallas. La segunda temática más recurrente ha consistido en entrevistas a terroristas de diversas partes del mundo que han sido reclutados. En ese período, el número de combatientes extranjeros creció en un 70%.

Señor Presidente,

Si queremos impedir que jóvenes vulnerables que  profesan opiniones moderadas se conviertan en extremistas militantes, y que los extremistas militantes se conviertan en terroristas, es necesario abordar la narrativa ideológica utilizada para atraerlos a sus filas.

En este sentido, mi delegación reconoce la importancia de la resolución del Consejo de Seguridad  1624 del 2005, que procura, entre otras cosas, impedir que instituciones educativas, culturales y religiosas fomenten adoctrinamiento extremista mediante  un llamamiento a los Estados Miembros para que impidan y prohíban por ley la incitación a la comisión de actos de terrorismo, conforme con las obligaciones que les incumben en virtud de la legislación internacional de derechos humanos.

Sin embargo, en esta época en que la mayor parte de la estrategia de  reclutamiento por parte de Daesh se da a través de las redes sociales y de los medios de comunicación colectiva, podría ser oportuno analizar la posibilidad de que los medios de difusión consideren la adopción de códigos voluntarios de conducta para los periodistas que informan sobre el terrorismo, que incluyan, por ejemplo, evitar la glorificación de terroristas.

 

Otra posibilidad es que se promueva dar espacio en los medios de comunicación a las víctimas del terrorismo, y a sus familias. De esta manera lograremos empoderar a las víctimas y  darles una voz. Esa voz debería ser transmitida en el mismo lenguaje cultural  y a través de los propios canales que usan los jóvenes, al igual que hacen los terroristas.

 

Sin afectar la libertad de expresión ni el derecho de acceso a la información, podría ser pertinente analizar si el establecimiento de lineamientos como los que acabo de mencionar puede ser útiles para contrarrestar la narrativa terrorista.

El día después del atentado de París, se divulgó en redes una campaña bajo el título “ Nous Sommes Unis”, preparada por la Fundación Quilliam, un Think Tank  de la sociedad civil, con sede en Reino Unido.

La campaña presentaba un mensaje de paz donde varias personas, musulmanas  y no musulmanas, francófonas y no francófonas, europeas y no europeas, hablaban de unidad y solidaridad, rechazando las ideologías y narrativas que dividen y matan personas inocentes. Esto es un buen ejemplo de posibles acciones para contrarrestar la narrativa terrorista.

Al mismo tiempo, Costa Rica reitera su convencimiento en la necesidad de abordar  otras situaciones que pueden crear espacios para la propagación del terrorismo y de su narrativa, como son los conflictos prolongados sin resolver; la deshumanización de las víctimas; la ausencia de un Estado de Derecho; las violaciones a los derechos humanos; la discriminación por razones étnicas, de nacionalidad o religión; la exclusión política; la marginalización socioeconómica, y la falta de una gobernanza efectiva, entre otras.

Reafirmamos la necesidad de un enfoque integral, multidisciplinario y multinivel, liderado por las Naciones Unidas. Consideramos oportuno, también, hacer un llamado respetuoso para que los Estados que no han ratificado el Tratado sobre Comercio de Armas lo hagan sin dilación. La desviación de armas a grupos extremistas podría disminuirse sensiblemente si más Estados implementaran las disposiciones de dicho tratado.

Finalmente, señor Presidente, deseamos reiterar el compromiso de Costa Rica con la prevención y lucha contra el terrorismo, en un marco de respeto al Estado de Derecho y los Derechos Humanos, y hacemos un llamado a todos los Estados para que procuremos resolver los asuntos pendientes por definir en las negociaciones de la  Convención Global contra el Terrorismo,  para lograr su adopción lo más pronto posible.

Muchas gracias.