Al acercarnos al 2015, en medio de escenarios económicos de caligrafía incierta, la comunidad internacional se pregunta sobre las posibilidades reales de cumplir con los compromisos originalmente planteados en la Declaración del Milenio, incluyendo las nuevas nuevas metas relacionadas con los temas de empleo productivo, acceso a servicios de salud reproductiva, acceso al tratamiento para el VIH y sobre biodiversidad, aprobadas por la Asamblea General en su 62ª Sesión en 2007, y que entraron en vigencia a partir del 2008. Nuestro pequeño país, amante de la paz, acude a esta Asamblea General como portador de una experiencia esperanzadora en el sentido de avance efectivo, aunque no lineal, ciertamente, hacia el logro de los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio, incluyendo un conjunto de metas más elevadas en virtud de especificidades del desarrollo nacional. Dicho avance es posible porque junto con la palabra empeñada ante la comunidad internacional en el año 2000, el país ha otorgado alta prioridad a la inversión social y al desarrollo y potenciación de las capacidades de su gente. Y se trata de una hermosa historia de un compromiso inmenso con el bienestar de los habitantes que hunde sus raíces desde el inicio de su vida republicana allá por el 1821. Costa Rica ha asumido con gran responsabilidad y entusiasmo su compromiso de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio al año 2015. Para ello, el Gobierno de la República incorporó en el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 las acciones estratégicas necesarias para garantizar el bienestar y progreso social de sus habitantes. Acciones en el mismo sentido están siendo incorporadas en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2011-2014. Rendir cuentas es parte ineludible del buen gobierno. En el tiempo asignado, no es posible presentar exhaustivamente el detalle de los avances y pendientes en cada una de las metas y objetivos. Nos limitaremos a un breve recorrido por los ocho ODM a la luz del II Informe de Seguimiento del país, que será puesto oportunamente a disposición de las instancias correspondientes del Sistema de Naciones Unidas. 3 El primer Objetivo de Desarrollo del Mileno propone reducir a la mitad la población en situación de pobreza extrema, esto es, que no tiene ingresos suficientes para comprar ni siquiera alimentos básicos, que padecen hambre. Si bien Costa Rica tiene una incidencia de pobreza extrema menor a la mayoría de los países en vías de desarrollo, el combate de este problema es una de las prioridades del país. En 1990 un 9% de los hogares costarricenses se encontraban en situación de pobreza extrema, y nos propusimos reducir ese fenómeno a la mitad en el 2015, esto es, 4,5% de los hogares. A lo largo del período considerado la magnitud observada ha estado por debajo de la tendencia necesaria para cumplir la meta, lo cual nos llena de satisfacción. En el 2007 alcanzamos un mínimo histórico de 3,3% de los hogares en esta situación, resultado de una combinación entre un buen desempeño económico y políticas sociales adecuadas. Lamentablemente, la reciente crisis económica mundial, golpeó fuertemente nuestra economía, empobreciendo a sectores importantes de la población. 4 Pero además de la pobreza extrema, nos propusimos que en el 2015 a lo sumo un 16% de los hogares del país sufran pobreza, vista en este caso no solo como la satisfacción de las necesidades de alimentación, sino de tener un ingreso suficiente para también satisfacer otras necesidades básicas. Al igual que con la pobreza extrema, logramos importantes avances hasta el 2007, y retrocedimos los dos últimos años. Sin embargo, el impacto negativo de la crisis fue contrarrestado en parte gracias al aumento en la inversión social, una de las medidas de contención implementadas por el gobierno. Este año hemos experimentado una recuperación tenue aún de nuestra economía, pero requerimos que los países desarrollados implementen las medidas económicas que sean necesarias para garantizar que la recesión económica mundial será superada, para continuar por la senda del crecimiento. Con esto, y una adecuada definición y ejecución de políticas económicas y sociales, podremos lograr las metas propuestas para el 2015. La reducción de la pobreza requiere que el crecimiento económico se refleje en aumentos en el empleo productivo, incluyendo oportunidades para mujeres y jóvenes. Costa Rica no es excepción en el mundo en lo referente a las altas tasas de desempleo entre los jóvenes y la inserción de las mujeres en empleos precarios, de baja productividad. En el caso específico de los jóvenes, hemos dado prioridad a su permanencia en la educación formal y el fortalecimiento de la formación profesional, así como de los servicios de la intermediación laboral, que les permitan acceder a mejores trabajos. En lo que respecta a las mujeres, seguimos avanzando tanto en lo laboral como en otros aspectos del objetivo de “promover la equidad de género y la autonomía de la mujer”, a lo que me referiré más adelante. 5 En Costa Rica, desde hace muchos años hemos dado gran importancia a la educación. Nuestros menores niveles de pobreza en el contexto de los países en vías de desarrollo se relacionan con los esfuerzos emprendidos desde el siglo XIX por alfabetizar a la población, y la gradual expansión de la educación primaria, secundaria y universitaria, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Sin embargo, debemos reconocer que aunque desde hace muchos años alcanzamos el objetivo de desarrollo propuesto, de “lograr la enseñanza primaria universal”, aún tenemos pendiente el logro de la meta específica de que al 2015 el 100% de los niños y niñas del país completen la educación primaria. Al respecto, el 100% de los niños y niñas del país con edad escolar asisten a centros educativos, pero solamente un 90% de ellos logran completar exitosamente la primaria. Vamos avanzando según lo planeado y para el 2015 esperamos cumplir la meta. En secundaria, tenemos una fisura. La cobertura de este nivel educativo es baja, y por otra parte hay problemas de eficiencia, pues de cada 100 adolescentes que la inician, solamente 40 la concluyen 6 exitosamente. Por ello, nos propusimos como meta adicional de país, que al 2015 la cobertura en este nivel educativo sea, como mínimo, del 89% como paso de un ascendente movimiento hacia la universalización de este ciclo educativo. Tanto en el caso de la educación primaria como la secundaria, hemos realizado esfuerzos significativos para lograr las metas propuestas, tratando de incidir en los factores relacionados con el trabajo en el aula, como en los relativos a los estudiantes y su entorno familiar y comunal. Un ejemplo es el programa de transferencias condicionadas Avancemos, que busca mantener a los y las jóvenes en el sistema educativo. Otro ejemplo son las iniciativas emprendidas por el Ministerio de Educación Pública al alero del Programa Ética, Estética y Ciudadanía para hacer más atractivo el proceso de aprendizaje, por medio de la revisión de programas de estudio, la incorporación de actividades deportivas y artísticas y la mayor importancia dada a actividades extracurriculares. Las acciones concretas realizadas han requerido de importantes recursos adicionales, los cuales han sido otorgados. El gasto público en educación pasó de representar un 3,8% del PIB en 1990, a un 6,8% en 2009. Siempre en el ámbito de la educación, quiero destacar la utilización de las nuevas tecnologías, en particular las de información y comunicaciones. Seguimos impulsando su uso extendido, y en la actualidad en poco más de una de cada tres viviendas hay una computadora, y tratamos de que todos los niños y niñas escolarizados del país tengan acceso a esta tecnología en su centro educativo. Para avanzar en la superación de la brecha digital, continuaremos con las acciones tendientes a garantizar la calidad y acceso universal a los servicios de telecomunicaciones, aumentando la competitividad del país. 7 La participación de las mujeres en la vida política del país ha aumentado año con año, e indudablemente seguirá creciendo en virtud de cambios normativos y culturales que están teniendo lugar. Orgullosamente estoy aquí como primera mujer Presidenta de mi país. También ha aumentado la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Mientras que en 1990 solamente un 30% de las mujeres en edad de trabajar se incorporaban activamente al mercado de trabajo, en el 2009 ya lo hacían un 42%, y este porcentaje también va en aumento. Sin embargo, como ya lo había mencionado, las mujeres siguen sufriendo de mayor desempleo y precariedad e informalidad laboral. En gran medida ello se relaciona con las dificultades que enfrentamos las mujeres para combinar adecuadamente nuestros roles productivo y reproductivo. Como país avanzamos en el cambio del paradigma de cuido, para que deje de ser un asunto meramente femenino y pase a ser un asunto público, con responsabilidad de los hombres, el gobierno y las empresas. Para ello, 8 estamos poniendo énfasis en la extensión de la red nacional de cuido, tanto de niños y niñas, como de personas adultas mayores. En materia de salud, seguimos mejorando las condiciones de vida nuestra población. Tenemos una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del continente americano, pero igualmente nos hemos propuesto reducir la tasa de mortalidad de niños y niñas menores de 5 años a 2 por mil en el 2015. En el caso la tasa de mortalidad infantil, de niños y niñas menores de 1 año, la meta al 2015 es de 9 por cada mil nacidos vivos. En ambos casos los avances obtenidos hasta ahora superan los progresos esperados. Ha incidido positivamente en ese resultado la ampliación de los servicios de atención primaria de la salud por medio de los Equipos Básicos de Atención Integral de la Salud. 9 Tenemos también un fuerte compromiso con la reducción de la mortalidad materna. Si bien la tasa de mortalidad correspondiente es baja en el contexto de los países en desarrollo, nos hemos propuesto reducirla a 2 por cada 10.000 nacimientos en el 2015. Estamos realizando esfuerzos para ampliar la captación por parte del sistema de salud de las mujeres en su primer trimestre de embarazo, y garantizarles el servicio completo de atención prenatal. Al respecto, el énfasis se pone en algunas regiones del país donde la combinación de una serie de factores resulta en una mortalidad mayor que el promedio nacional. En lo referente al combate del VIH/SIDA, si bien la epidemia en el país es considerada concentrada y de baja prevalencia, se continúan fortaleciendo las medidas de prevención. Se ha incrementado el tamizaje por esta enfermedad en las mujeres embarazadas. En el caso de la atención de las personas que han adquirido la enfermedad, desde 1998 se brinda el tratamiento antirretroviral a todas ellas. 10 Desde hace muchos años Costa Rica, unilateralmente, adquirió un compromiso con la sostenibilidad ambiental. En la actualidad, el 25,9% del territorio nacional se encuentra bajo alguna categoría de manejo o conservación ambiental, siendo los parques nacionales la categoría más representativa. Además, hemos recuperado la cobertura boscosa. Estamos también realizando las inversiones necesarias para aumentar la proporción de generación eléctrica con energía renovable, así como la proporción de consumo de energía renovable dentro del consumo total de energía. Otro esfuerzo importante lo hemos puesto en la reducción de los gases de efecto invernadero, y nos hemos propuesto convertir el país en carbono-neutral para el año 2021. 11 En la actualidad prácticamente el 100% de la población tiene acceso a agua proveniente de fuentes mejoradas. Adicionalmente para el 2015, hemos trazado la meta de que al menos el 88% de la población tenga acceso a agua de calidad altamente potable. Para ello, desde el 2007 se ejecuta un programa nacional de mejoramiento y sostenibilidad de los servicios de agua potable, el cual está previsto concluir precisamente en el 2015 e incluye una gama muy amplia de acciones, que van desde la protección de fuentes, y vigilancia y control de la calidad del agua, hasta la autosostenibilidad, movilización social y educación. En vivienda, continuamos la política de apoyo a las familias de menores ingresos para la obtención de su vivienda propia, y estamos fortaleciendo el apoyo a las familias de clase media. Estamos plenamente convencidos de la enorme responsabilidad que asiste los países desarrollados en el logro de los objetivos a nivel mundial, por una parte implementando las medidas económicas que sean 12 necesarias para garantizar que la recesión económica mundial será superada, pero además, dando el apoyo necesario a los países, tanto en términos financieros, como en las demás líneas que destaca el octavo objetivo de desarrollo del milenio. Esta asociación mundial para el desarrollo es insoslayable. La fragilidad de los países de renta media para apalancar o consolidar iniciativas a gran escala con solo los recursos del ahorro interno o el endeudamiento determina su necesidad de continuar siendo receptores netos de la cooperación al desarrollo. Concluyo esta intervención destacando que en virtud de su histórico compromiso con el bienestar de su ciudadanìa y por la firme determinación con que se ha encarado la adhesión a los Objetivos y metas de desarrollo del Milenio, Costa Rica se encuentra bien encaminada para su logro en el 2015. Asumimos además el compromiso de esforzarnos aún más en la reducción de las desigualdades internas que aún prevalecen, y que no siempre se reflejan en los indicadores a nivel nacional. Aspiramos, en suma, a la construcción de un estilo de desarrollo sostenible, inclusivo y solidario que propicie un mejor futuro para las y los costarricenses y la humanidad en general.