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Intervención en las Negociaciones Intergubernamentales sobre la Reforma al Consejo de Seguridad Categorías de la membresía y representación regional

Lunes, 02 Mayo 2016
Presenter: 
Embajador Juan Carlos Mendoza
Ubicación: 
Nueva York

Señora Facilitadora,

Mi delegación agradece su nota del 19 de abril pasado y reitera la confianza en usted para liderar un

proceso abierto, amplio, constructivo, transparente y respetuoso sobre la reforma al Consejo de

Seguridad. Mantener este carácter del proceso es esencial.

Costa Rica se adhiere a la intervención del distinguido Representante Permanente de Italia en nombre

del Grupo Unidos por el Consenso (UfC).

Señora facilitadora,

Ningún Estado Miembro de esta Organización puede desconocer hoy la responsabilidad en el

mantenimiento de la paz y la seguridad que tenían, hace siete décadas, los países que han sido

miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Hoy un mundo multipolar nos demanda

preguntarnos si ésta condición es deseable y debe mantenerse.

Como lo hemos mencionado antes, la condición de miembro permanente nunca estuvo vinculada a un

criterio de representación de ningún orden. No hay un solo recuento histórico que de fundamento a

criterios de representación en el caso de los miembros permanentes. Por el contrario, esta condición se

debió al acuerdo de los cinco grandes vencedores por el fracaso de la Sociedad de las Naciones y

aparecía como una condición necesaria para evitar nuevos problemas.

Por lo tanto, si la principal razón para ampliar el Consejo fuera, como efectivamente lo es, el

mejoramiento de la representación geográfica, esa ampliación sólo puede tener lugar en la categoría de

miembros electos por la Asamblea General, puesto que es respecto de ellos que la Carta considera la

representación geográfica como punto merecedor de especial atención.

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Señora facilitadora,

Parece haber acuerdo sobre la necesidad de ampliar el número de miembros del Consejo y sobre el

hecho de que esa ampliación debe darse para establecer una mejor representación de los grupos

regionales y una proporción mayor entre el número de quienes sirven en el Consejo de Seguridad y el

número actual de miembros de la Organización. Pero hay una divergencia clara entre quienes

rechazamos la intención de conferir a algunos Estados la condición de miembros permanentes y quienes

reclaman ese privilegio.

Y es aquí donde Costa Rica quiere dirigirse a la gran mayoría de los estados miembros, a aquellos que,

como nosotros, no serán nunca miembros permanentes del Consejo de Seguridad y preguntarles ¿qué

utilidad hay para todos nosotros en la pretensión de un grupo de Estados que quieren ser miembros

permanentes del Consejo?

Costa Rica demostró, mediante un documento que se circuló en el 2005 bajo la sigla A/59/856, que la

condición de miembro permanente del Consejo resulta en una concentración de poder de esta casa.

Este estudio, denominado “efecto cascada”, evidenció efectivamente que quienes tienen esta condición,

poseen un desmedido acceso a los puestos de mayor jerarquía en el sistema, cuyo efecto proviene de

las ventajas estructurales, políticas y jurídicas de las que gozan como consecuencia de su estatus en el

Consejo de Seguridad.

Unas de estas ventajas se derivan de normas jurídicas, como el requisito de que los magistrados de la

Corte Internacional de Justicia sean elegidos en forma simultánea pero independiente por la Asamblea

General y el Consejo de Seguridad o como la recomendación / nominación del Consejo de Seguridad de

la persona candidata para Secretario General; y otras se derivan de la influencia política incidental como

la práctica consuetudinaria de que cada miembro permanente tenga derecho a contar como mínimo

con un nacional con categoría de Secretario General Adjunto (USG por sus siglas en inglés) en los

departamentos más importantes.

A la luz de las consideraciones que hemos expuesto, y de la experiencia acumulada a lo largo de estos 70

años preguntémonos si el camino hacia aumentar la eficiencia del Consejo de Seguridad pasa por

ampliar el club privado con otros países con los mismos privilegios.

Señora facilitadora,

Costa Rica considera que la actual composición del Consejo de Seguridad no es equilibrada ni justa. El

modelo de representación geográfica actual no es el ideal, toda vez que no responde a principios de

equidad y justicia. El objetivo de una expansión debe ser mejorar la equidad en la representación, sobre

todo para los grupos regionales hoy sub-representados.

Por ello reiteramos, que cualquier reforma al Consejo de Seguridad debe ser una oportunidad para

transformar a las Naciones Unidas en una organización más eficaz y representativa, dirigida a mejorar la

capacidad de la Organización para responder, efectiva y legítimamente a las amenazas a la paz y

seguridad internacionales. No puede ser, ni debe ser, un mecanismo para privilegiar a unos Estados por

encima de otros igualmente soberanos. Debe ser, como lo hemos dicho antes, un ejercicio de

flexibilidad, compromiso y búsqueda de mayor representatividad.

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Por lo tanto, no consideramos adecuado ampliar el número de miembros permanentes. Al contrario,

Costa Rica se inclina por la ampliación en la categoría no permanente, con períodos un poco más

extensos y la oportunidad de reelección. Este sistema debe tener la posibilidad de adaptación al

contexto en el que vivimos y debe provenir de un ejercicio transparente del poder que tiene la

Asamblea General a través de las elecciones. Este sistema permitiría que los poderes relativos de los

países tengan una expresión en su permanencia o no en el Consejo de Seguridad según sus capacidades

en ganar adeptos en las votaciones respectivas. Por el contrario suponer que el poder relativo de

cualquier país en el 2016 va a ser el mismo en 10 o 20 años es un ejercicio de ficción política en un

mundo que cambia permanentemente y que en oposición a sistemas rígidos con miembros

permanentes según realidades pretéritas requiere sistemas flexibles que puedan adaptarse a esos

cambios año a año. Esta posición intermedia haría que el Consejo mejore el desempeño de sus tareas

clave a favor de la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales y no perpetuaría privilegios

inconvenientes.

Señora facilitadora,

Como lo mencionamos en la última sesión que tuvimos sobre este tema, no se puede hablar de la

ampliación o no los miembros del Consejo de Seguridad sin hablar de limitar o eliminar el poder del

veto. Costa Rica ha sido sumamente crítica con el uso del veto por parte de los miembros permanentes

y no cree en darle ese poder a nadie más. Por el contrario, el aumento en la categoría de miembros no

permanentes sin privilegios de ninguna clase, permitiría que exista más igualdad, menos problemas en

la toma de decisiones y una mayor efectividad de ellas.

En sus inicios, el uso del veto representaba un ejercicio en casos muy calificados para temas de

seguridad donde se hacía necesario poner fin a una situación que podría implicar el inicio de una guerra

de gran escala. Actualmente el uso del veto, o la sola amenaza de usarlo, es la más importante razón

que explica la inacción del Consejo frente a situaciones de su competencia.

Es por ello que creemos que su uso no debe ser tergiversado, no puede usarse tampoco en forma

indiscriminada o en temas meramente procedimentales, y debe ser prohibido ante situaciones que

comportan violaciones al Derecho Internacional Humanitario, crímenes de lesa humanidad o genocidio.

El uso actual y la expansión del uso del veto es contraria al principio de igualdad soberana y a la

democratización del Consejo.

Señora facilitadora,

Entendemos que es difícil someter las aspiraciones, basadas lógicamente en intereses individuales, a la

voluntad general de un cuerpo colegiado. Pero únicamente cuando todos aceptemos que este no puede

ni debe ser un juego de suma cero, que negociar implica convencer y no vencer, conceder y no sólo

exigir, solo en ese momento será posible avanzar efectivamente en la reforma completa del Consejo de

Seguridad.

Costa Rica sigue convencida de que no es conveniente tener nuevos miembros permanentes y sigue

opuesta al privilegio del veto, como lo acabamos de manifestar. Sin embargo, estamos dispuestos a

seguir negociando y a considerar opciones intermedias. Pero para que esto pueda darse, todos tenemos

que aceptar que el mejor resultado no necesariamente es el que llena todas las expectativas sino el

posible para concretar cambios positivos en una organización que los necesita urgentemente.

 

Muchas gracias.